
En el corazón de los Yungas bolivianos, Caranavi se ha consolidado como la cuna del mejor café del país. En esta región montañosa, donde el clima y la altitud crean condiciones perfectas para el cultivo de cafés excepcionales, encontramos a Wilfredo Calles Torrez, más conocido como Pastor Willy o Lengua de Oro. Productor, catador de renombre y pastor, su trayectoria es un testimonio de pasión, esfuerzo y dedicación. En esta entrevista, nos comparte su historia, su visión sobre el café boliviano y el papel fundamental que juega la fe en su vida.
Entrevista con Wilfredo Calles – Café Ancestral
Café Ancestral: Estamos aquí en Caranavi, Bolivia, el 10 de enero de 2025, conversando con el productor de café Wilfredo Calles Torrez. ¡Gracias por recibirnos, Wilfredo! ¿Cómo está?
Wilfredo Calles: ¡Gracias a Dios, todo bien! ¡Excelente!
Café Ancestral: Para empezar, cuéntenos un poco sobre su historia con el café. ¿Cómo ingresó a este mundo? ¿Fue algo familiar o una elección personal?
Wilfredo Calles: Soy la tercera generación de productores de café. Mi abuelo, de ascendencia africana, fue uno de los primeros caficultores de la región. Mi padre siguió sus pasos, y ahora yo continúo con este trabajo. Comencé en el café como catador hace 24 años. Participé en una capacitación en calidad dirigida a productores, y así fue como entré en este mundo.
Café Ancestral: ¿Entonces inició como catador antes de convertirse en productor?
Wilfredo Calles: Sí, trabajé 18 años en una empresa privada como catador de café. La empresa invirtió en capacitación y actualización, y fue en esa época cuando me involucré con los cafés especiales. Al principio, la empresa trabajaba solo con café comercial, pero luego migramos a los especiales. Participé en los primeros eventos antes de la “Taza de Excelencia”, como el “Cupping of the Mountain”.
Café Ancestral: ¿En qué año comenzó la “Taza de Excelencia”?
Wilfredo Calles: Entre 2002 y 2004. Participé activamente durante algunos años, pero mientras trabajaba para la empresa, no podía producir mi propio café. Había políticas que lo impedían. Pero siempre fue mi sueño producir. Cuando decidí dejar la empresa, finalmente pude dedicarme a la producción y conectar directamente con otros productores.
Café Ancestral: ¿Y cómo ha sido este camino como productor?
Wilfredo Calles: Gracias a Dios, ha sido muy bueno. Hoy, ayudo a otros productores a vender sus cafés, conectándolos directamente con el mercado. Podría haberme convertido en un intermediario, pero prefiero que los productores hagan sus propias conexiones. Como catador, no puedo ser juez y parte al mismo tiempo.
Café Ancestral: Además de la caficultura, también es pastor. ¿Cómo comenzó esa parte de su vida?
Wilfredo Calles: Sí, soy pastor. Antes de eso, estudiaba para ser sacerdote en la Iglesia Católica, pero por problemas de salud tuve que interrumpir los estudios. Me sometí a cinco cirugías y, en mi búsqueda de sanación, comencé a leer la Biblia con más profundidad. En ese proceso, descubrí pasajes que me llenaron de esperanza y me hicieron reflexionar sobre mi propósito de vida. Sin embargo, la verdadera transformación ocurrió cuando, en uno de los momentos más difíciles de mi enfermedad, fui invitado a una iglesia evangélica.
Al principio, fui con cierta resistencia, pero en ese lugar experimenté algo que nunca antes había sentido: un profundo sentido de paz y restauración. Fue una experiencia tan impactante que mi vida dio un giro radical. Empecé a estudiar más la Palabra de Dios y a involucrarme en la comunidad cristiana. Con el tiempo, sentí un llamado claro al ministerio, no solo para compartir mi testimonio, sino para guiar a otros en su camino espiritual. Así fue como, tras años de preparación y servicio, me convertí en pastor. Hoy, además del café, mi mayor propósito es ayudar a las personas a encontrar esperanza y fortaleza a través de la fe.
Café Ancestral: ¡Una historia inspiradora! Volviendo al café, ¿cuáles son sus variedades favoritas?
Wilfredo Calles: El Geisha, sin duda, es uno de mis favoritos. Al principio, traer esta variedad a Bolivia fue un desafío, pues estaba prohibido importar semillas. Tuve que hacerlo de manera alternativa, a través de Chile. Además del Geisha, me gusta mucho el Mundo Novo, que tiene aromas muy intensos, y el Pacamara, que es un café de gran cuerpo.
Café Ancestral: ¿Y qué hay de las regiones productoras? ¿Existe un área específica que se destaque?
Wilfredo Calles: Caranavi es una región estratégica para la caficultura, ya que tiene grandes extensiones de tierra y condiciones climáticas ideales. En Coroico también hay un gran potencial, pero los terrenos allí son muy pequeños, lo que dificulta la producción a gran escala. Otro desafío es la expansión del cultivo de la hoja de coca, que ha reducido la producción de café en algunas regiones.
Café Ancestral: ¿Cree que el futuro del café en Bolivia está más orientado a la calidad que a la cantidad?
Wilfredo Calles: Sí, sin duda. Cuando comencé, los procesos de fermentación y otras técnicas eran vistos con desconfianza. Hoy, eso ha cambiado. Antes, el café boliviano era mayoritariamente lavado, pero ahora experimentamos con procesos naturales y honey. Este avance ha llevado a una mayor valorización del café boliviano en el mercado internacional.
Café Ancestral: ¡Eso es muy alentador! ¿Algún mensaje final para los nuevos productores o para quienes quieren ingresar al mundo del café?
Wilfredo Calles: El café es un aprendizaje constante. Si amas lo que haces, sigue experimentando, aprendiendo y mejorando. La calidad siempre se destacará, y el esfuerzo trae resultados. ¡Gracias por el espacio y la conversación!
Café Ancestral: ¡Gracias a usted, Wilfredo! Fue un placer conocer su historia y aprender más sobre el café en Bolivia.
La historia de Wilfredo Calles Torrez es un reflejo del crecimiento y la transformación del café boliviano. Desde sus inicios como catador hasta convertirse en un referente en la producción de cafés especiales, su compromiso con la calidad y su deseo de ayudar a otros productores han dejado una huella profunda en la industria. Más allá del café, su fe y vocación como pastor le han dado un propósito aún mayor: inspirar y guiar a quienes lo rodean. Agradecemos a Pastor Willy por compartir su experiencia con nosotros y por su incansable trabajo en la promoción del café boliviano. ¡Hasta la próxima taza! ☕