
Entrevistador:
Buenos días. Nos encontramos con el Sr. Hugo Poma, presidente de la FECAFEB (Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia). Conversaremos brevemente sobre las proyecciones para la producción de café en 2025, el apoyo de la Federación a los productores y la situación del precio del café, que preocupa tanto a consumidores como a quienes trabajan en este sector. Esto también impacta en la canasta alimentaria, la inflación y la economía de las familias bolivianas. Ingeniero, ¿cómo está?
Hugo Poma:
Todo bien, estimado. Agradecemos su visita a la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia. Nos encontramos en nuestras oficinas, un espacio de los caficultores. Actualmente, tenemos tres oficinas operativas y, además, trabajamos con entidades financieras comunales que agrupan a más de 2.000 productores.
Entrevistador:
Excelente.
Hugo Poma:
Antiguamente, se conocía este sistema como “banca comunal”, pero con la nueva ley de entidades financieras, ahora operamos como FECAFEB. En nuestra organización trabajamos con 45 asociaciones, aunque actualmente solo 25 siguen activas. Algunas han desaparecido debido a enfermedades que afectaron los cafetales, como la roya. Sin embargo, los productores han logrado reponerse, replantando cafetos más resistentes y aplicando mejores técnicas.
En cuanto a las exportaciones, actualmente hay 15 organizaciones activas con sus propios mercados y compradores. La Federación brinda asistencia técnica, innovaciones y apoyo en la gestión de insumos orgánicos. Antes, los caficultores cultivaban de manera tradicional, pero hoy es necesario abonar correctamente y aplicar nuevas técnicas debido al cambio climático.
Para 2025, la producción en las parcelas es muy prometedora. Los precios en la Bolsa de Nueva York se mantienen altos, lo que beneficia a los exportadores. Cumplimos con los estándares de certificación orgánica y de comercio justo, lo que nos otorga un plus en el precio del café.
Sin embargo, nos preocupa la política monetaria del país, ya que el acceso al dólar es cada vez más complicado. A pesar de que generamos divisas con nuestras exportaciones, la conversión de moneda no es favorable para los productores. Hemos mantenido reuniones con el Ministerio de Economía para solicitar ajustes en el tipo de cambio, pero los avances han sido limitados. La inflación y el costo de la canasta básica siguen aumentando, lo que nos obliga a seguir gestionando mejores condiciones para los caficultores.
Entrevistador:
Entiendo.
Hugo Poma:
En 2024, los precios del café en el mercado local fueron elevados, lo que afectó a algunos exportadores. Las organizaciones han tenido que cumplir contratos con precios previamente establecidos, lo que generó ciertas dificultades. Este año buscamos regulaciones que beneficien tanto a productores como a exportadores, sin afectar el acceso del consumidor final.
Queremos que la Federación se mantenga al margen de la política y se enfoque en la gestión empresarial. Representamos empresas de base social, donde los productores tienen participación activa. En 2025, esperamos consolidar un equilibrio que beneficie a todos los actores de la cadena cafetalera.
Además, la Federación ha impulsado la creación de cafeterías independientes, promoviendo el consumo local y generando más oportunidades para baristas y emprendedores.
Otro proyecto importante para este año es la implementación de una marca propia para el café boliviano y la apertura de un centro de capacitación para baristas y catadores. Queremos formar nuevos líderes en el sector cafetalero, incluyendo a hijos e hijas de caficultores. Además, estamos organizando una cumbre cafetalera de mujeres con apoyo de la Embajada de Francia para fortalecer el emprendimiento femenino.
En términos de exportación, estamos implementando tecnologías como la georreferenciación para garantizar la trazabilidad del café y cumplir con las regulaciones internacionales, especialmente en la Unión Europea. Trabajamos con software especializado y drones para mapear las parcelas y mejorar la gestión de la producción.
Entrevistador:
Es un panorama muy amplio y prometedor.
Hugo Poma:
Así es. Además, la Federación cuenta con su propia escuela de formación, financiada por Rabobank de Holanda. Hemos becado a hijos de caficultores para capacitarlos en administración de empresas y comercialización del café. Queremos que los productores no solo cultiven, sino que también aprendan a gestionar y comercializar su producto de manera eficiente.
Por otro lado, en 2025 exportaremos más café que en 2024. La naturaleza ha sido favorable en la última temporada con lluvias adecuadas, lo que ha fortalecido las cosechas. Sin embargo, también hay riesgos, como los deslizamientos en las zonas cafetaleras. Esperamos que las condiciones climáticas no afecten la producción.
Entrevistador:
Entonces, 2025 se perfila como un año positivo para el sector cafetalero, con beneficios para productores y exportadores.
Hugo Poma:
Exactamente. Trabajamos para que todos los actores de la cadena cafetalera se beneficien y para que el café boliviano siga creciendo en el mercado nacional e internacional.
Entrevistador:
Muchas gracias por su tiempo y por compartir esta información con nosotros. Desde Café Ancestral, seguiremos apoyando el desarrollo del café en Bolivia.
Hugo Poma:
Gracias a ustedes. Un placer conversar sobre el futuro del café boliviano.